viernes, 24 de mayo de 2019

¡Actúa con determinación!

Sé percibir la distancia que media entre el cruel régimen franquista, que condenó a muerte a uno de mis abuelos y al otro lo mantuvo 3 años en un campo de concentración, y el independentista en Cataluña, que me ha conculcado derechos lingüísticos e ideológicos de forma salvaje y dictatorial. Sin embargo, no sería del todo imparcial si omitiese que en bastantes aspectos el actual sistema político totalitario en la mencionada comunidad autónoma es tan dañino para los que no participan de su “sacrosanto delirio” como aquel que antaño imperaba en la totalidad del Estado y en algún aspecto… incluso peor. Como con palabras resulta más difícil sostener una realidad, por muy incontestable que ésta sea, he dedicado no pocos años de mi vida a recabar información fidedigna a lo largo y ancho de la geografía catalana que demuestra con imágenes aquello que con total desvergüenza niegan sistemáticamente la casta separatista y sus paniaguados estratégicamente situados dentro de Cataluña, en el resto de España y en aquellos países relevantes de la escena internacional. Entre el pijerío independentista, algunos creyeron que discriminándome, persiguiéndome o amenazándome cedería a sus fanatizados razonamientos e incluso hubo algún alcalde de la Cataluña profunda que creyó que me infligiría desaliento afirmando, todo aquello que posteriormente manifestaron los mandamases del Gorven de Cataluña lustros más tarde: “todo está decidido”. Pues bien, el trascurso de tiempo ha demostrado que los tiranos, fascistas, totalitarios, supremacistas y demás raleas del hábitat separatista se equivocaban. Algunos de ellos andan en la cárcel con sentencias firmes, por cometer fechorías en un ámbito territorial en el que creían que podían hacer todo aquello que les viniese en gana con absoluta impunidad, y otros permanecen en ella preventivamente a la espera de resoluciones judiciales. También muchos de los que juraron que en Cataluña ya vivíamos en una república independiente siguen, después de más de 18 meses, acatando la democrática Constitución de España en las Cortes Generales para no dejar de hacer aquello que de verdad les mueve: llenarse los bolsillos mientras enredan al pueblo llano. Para concluir, tras expresar todo lo anterior, ya solo me resta poner a tu disposición la friolera de casi 30000 fotos para que tú también estés en disposición de afirmar en qué el régimen independentista no es tan perjudicial como el franquista, dónde lo iguala y cuándo lo sobrepasa. Clica aquí para ver las fotos.

martes, 21 de mayo de 2019

Con pensar no basta

Muchos son los puntos en que los tres principales partidos independentistas de Cataluña (ERC, CiU -o como quiera que se hagan llamar a estas horas de la tarde- y la CUP) mantienen posiciones ultranacionalistas y enormemente intransigentes con el propósito de perpetuar una serie de privilegios únicamente para una parte minoritaria de catalanes. El argumentario independentista debería ser difícilmente asumible para cualquier ciudadano racional o progresista ya que el estado del bienestar, el disfrute de derechos y el acceso a las riquezas no han estado garantizados en las últimas décadas de forma generalizada en Cataluña salvo para esa casta en la que han predominado de una manera muy cierta pijos con una determinada lengua e ideología utilizada como confrontación con el resto de España y “esencialmente” unos apellidos con raíces geográficamente muy localizadas. Aquel que perciba en alguno de los tres partidos mencionados más arriba rasgos políticos universales debería descubrir en qué momento de su evolución intelectual confundió lo que es “extrema derecha” con la “izquierda”. Aunque también podríamos hallarnos ante alguno de los sujetos que reciben, directa o indirectamente, suculentas subvenciones provenientes de todos los contribuyentes de Cataluña, vía Govern de la Generalitat. Del mismo modo podríamos encontrarnos con uno de tantos que carecen de arrestos para mantenerse firmes ante las amenazas, discriminaciones y persecuciones que los caciques independentistas ponen en marcha desde el preciso momento que detectan a un catalanito en cualquier rincón de esta comunidad autónoma de España que llame al pan, pan; vino al vino y a los independentistas, extrema derecha con maneras de verdaderos opresores.

viernes, 17 de mayo de 2019

¡Piensa!, ¡atrévete!

En España nadie en su sano juicio llamaría chupachups a un jamón por el mero hecho de tener el nombre de este popular caramelo en una envoltura que cubriese la parte más distante a su caña. Sin embargo, son legión los que encasillan como “izquierda” a partidos políticos independentistas en Cataluña que se presentan con este término en su sigla. ¿Alguien se ha detenido a pensar, en este rincón del planeta, con qué etiqueta se clasificaría a cualquier grupo castellanohablante envuelto en una “rojigualda” que trasladase a un programa ideológico conceptos o anhelos relacionados con la lengua o la identidad calcados a los que han llevado a cabo separatistas en Cataluña? Pues si cualquiera ha pensado en términos como “extrema derecha” lo mismo hasta se queda corto. En suma, esta perversa visión de la realidad aparentemente aceptada por muchos en Cataluña no ha arraigado por casualidad sino porque han amenazado, discriminado, y perseguido envueltos en un halo de impunidad a todo el que no observase a través del filtro independentista en todo momento y lugar. ¿Progresistas?, ¿tolerantes?, ¿demócratas?, ¿pacíficos?, ¿defensores de los Derechos Humanos? ¡Y un jamón con chorreras! ERC, CiU (o como quiera que se hagan llamar a estas horas de la mañana) y la CUP son extrema derecha pura, dura y sin escrúpulo alguno a la hora de oprimir a los que no conformando su casta de privilegiados se atreven a poner el grito en el cielo.